Una de las mesas más estimulantes del otro día fue la de periodismo digital y acción ciudadana, moderada por Juan Varela. Juan y Gumersindo Lafuente hicieron contundentes invitaciones a que, en resumen, la gente utilice la tecnología para criticar y denunciar a los políticos que no hacen bien su trabajo. También Óscar Espiritusanto realizó una preciosa presentación sobre las herramientas que tenemos al alcance y ejemplos concretos de periodismo ciudadano que han tenido un efecto real en la sociedad.

La premisa es que la tecnología a través de Internet y los medios de publicación personal nos proporciona herramientas de denuncia de las que antes no disponíamos.

Tíscar Lara fue la última en intervenir y lanzó un jarro de agua fría que chafó la excitación que habían levantado sus compañeros de mesa. Muy bien, tenemos las herramientas, pero nadie las usa. Y llevamos años así, decía Tíscar. Y es cierto. Las herramientas están ahí pero el uso que se les dá para mejorar la sociedad es anecdótico. Los resultados tangibles de los medios ciudadanos son apenas perceptibles, y no parece que el panorama vaya a cambiar en el futuro inmediato.

¿Por qué? En mi opinión hay 4 puntos principales que provocan que los medios de publicación personal no tengan una influencia significativa en la esfera política:

  • El estado del bienestar ha fulminado nuestra capacidad crítica: Estamos en un momento socioeconómico en el que las necesidades básicas de la mayoría (siempre habrá excepciones) están más que cubiertas. Vivimos en un consumismo narcotizante que genera inactividad: puedes estudiar en la universidad, es fácil conseguir un trabajo, tienes dinero para comprarte la consola, y puedes irte de vacaciones a donde quieras. Mucha gente no necesita más. No todo el mundo se conforma, claro: hay movimientos localizados que luchan por temas concretos.
  • La sombra de los medios tradicionales sigue siendo muy alargada: es normal que reproduzcas en Internet lo que haces en la vida real. No se puede escapar de la inercia facilmente. Los medios son uno de los vasos conductores de la sociedad: los temas de las conversaciones que tenemos con nuestros amigos, familias y compañeros de oficina salen de los medios y generan un contexto necesario. Internet ha hecho realidad los micromedios mejorando la diversidad; pero seguimos muy mediatizados (y en ocasiones estos micromedios se limitan a comentar sobre lo que hablan los medios).
  • Los poderes fácticos ahí están: Hoy más que nunca los políticos son en muchos ámbitos simples ejecutores de las corrientes que impulsan los poderes económicos. No porque estén todos vendidos (que alguno habrá), sino porque desde la legalidad son más que capaces de hacer circular el dinero público en direcciones interesadas, que no siempre se corresponderán con lo ideal.
  • Falta de educación para la denuncia: blogs, YouTube, podcasts, Flickr… cualquiera puede publicar textos, videos, fotos y audio de una forma muy sencilla. Si, la tecnología está lista. Y la gente la usa. Para un montón de cosas pero no para denunciar y ejercer control. Ya sea porque prefiero gastar mi tiempo en otras cosas, porque piensas que aunque te esfuerces no conseguirás gran cosa, o porque simplemente no sabes por donde empezar. Nos falta educación para la denuncia: si bien podemos tener claro qué criticar o qué queremos cambiar, creo que no sabemos cómo hacerlo: en qué ámbitos, en qué lugares, de qué manera.

¿Cómo piensas que se podrían afrontar estas cuestiones para que haya una acción ciudadana real?

(yo tengo mi opinión, pero la dejo para el siguiente post 🙂