Nunca he gastado demasiado tiempo en ser anti-Microsoft, no hay duda que sus productos tienen una influencia capital en el desarrollo de los ordenadores personales. Sin ellos, probablemente ni tú ni yo estaríamos aquí escribiendo esto (al igual que sin el software libre Internet no existiría… este mundo tecnológico está hecho a base de trocitos, aquí no hay un lider global de nada).

Desde que empezó con él he leído algunos posts del blog de la Señora que preside Microsoft en España. Todo lo que he leído me ha parecido razonable y bien planteado, hasta el día de hoy, en el que da su opinión sobre “la apertura” que ha anunciado Microsoft.

Lo que al principio eran buenas formas y respeto, hoy se ha convertido en una prepotencia bastante lamentable (“Ayer fue un día importante en la intrahistoria de Microsoft que marcó un punto de inflexión para la industria informática”).

El post está lleno de justificaciones de la decisión que se contradicen entre ellas, además de soltarlas con una soberbia tremenda.

Dice “Facilitaremos la portabilidad de datos entre aplicaciones, garantizando no sólo la integridad de éstos, sino su formato”. Parece que, aunque den la opción, no va a ser nada fácil.

Termina: “Estoy deseando ver cómo nuestros competidores responden a nuestra invitación y ponen a disposición de todos las APIs y protocolos de comunicación de sus productos. ¿Quién es abierto ahora?”

Sin comentarios.

¿Dentro de otros 30 años habrán entendido y abrazado las diferencias entre código abierto y software libre?