Paul Hammond comenta en su weblog unas cuantas charlas de la Etcon:

  • Technorati Hacks: David Sifry comenta que un 35% de los weblogs añadidos (11.000 al día) son abandonados (ningún post en tres meses).
  • Sobre los hábitos de geeks hiperproductivos: las herramientas que utilizan los geeks suelen ser bastante simples: todo.txt y clientes de correo; scripts sencillos en ~/bin; y suelen hacer público todo lo que hacen (cada uno se preocupará de que lo que vayan a ver los demás sea minimamente decente).
  • Don Norman hablando de diseño emocional.
  • Como refléjabamos ayer, Ludicorp presentaba en la Etcon su flickr. </ul> Y también respecto a flickr: resulta que uno de los weblogs que leo habitualmente es el de uno de sus desarrolladores. En este post cuenta las ocho intensas semanas (!) en las que se ha gestado el invento. Otro empleado de Ludicorp.

    Por cierto que ya tengo en mi poder el libro de Luis Sotillos y José Ochoa. En la introducción comentan:

    Estamos en los comienzos de la historia de esta combinación de información y tecnología que ya tenemos presente casi en cualquier aspecto de nuestra vida. Van surgiendo nuevos perfiles profesionales que atienden a la necesidad de analizar y definir todos estos aspectos inmateriales y abstractos de los sistemas. En el origen de la imprenta tampoco estaban delimitados los papeles. Un personaje como Aldo Manucio podría ser a la vez editor, bibliógrafo rastreador de manuscritos, experto filólogo, diseñador de tipos de impresión, encuadernador o vendedor de libros. La madurez de la tecnología de impresión, que da una nueva dimensión a la transmisión de la cultura, trajo la especialización. En la propia cuna de la informática, software y hardware estuvieron muy unidos, y tardaron años en estar tan naturalmente delimitados como los apreciamos ahora. Creo que el punto de maduración de las TI nos permite abordar ya la distinción entre soulware y software, para poder profundizar en la necesaria especialización profesional.

    Esta analogía es interesante y útil; me recuerda a la que Javier Cañada exponía en otro libro comparando la radio en sus inicios, cuando tenías que esperar algunos minutos a que los transistores se calentasen, con el tiempo que tarda en arrancar hoy en día un PC.

    Volviendo a lo del soulware, tal vez sea un tanto atrevido inventarse un término (no lo será si se pone de moda 🙂 ) pero lo que comentan tiene bastante sentido.

    Ahora a jugar, que ya es viernes.