Intrincados son los caminos del señor. Por un rebote divino -aunque activo- llego hasta las páginas de Martín Fernández, periodista online. Tiene nada más y nada menos que cuatro weblogs, aunque solo han comenzado a andar dos de ellos. Uno será una columna semanal sobre Internet y nuevas tecnologías. La primera hace que el tema prometa.

También de rebote, aunque este más pasivo, descubrí que algunas páginas que hice hace más de 4 años siguen vivitas y coleando. Bueno, con una espesa capa de polvo digital y más muertas que otra cosa, pero con unas cabeceras HTTP que te saludan con desparpajo. No me hubiese extrañado sino fuese porque tales páginas están hospedadas en servicios gratuitos:

Además del hospedaje, siguen activos el servicio de redireccionamiento (pies.pagina.de o paginas.de/pies) y la cuenta de Blogger. ¿Hasta cúando? Además de aplaudir la diligencia de los gestores de esas puntocom’s que habrán sudado frío para conseguir que eso siga en su sitio, me pregunto si no habrá ciberecologistas que se preocupen por la basura digital, tema que se pondrá de moda en el 2008, recuerden mis palabras. Si eres un moderno irredento toma nota de esta nueva corriente que acabo de crear, y apúntate al e-activismo.

Como verán, me he puesto tierno al reencontrarme con mis pies y he fusilado el diseño. Este post en si mismo es un ejercicio de nostalgia. Antes era mucho más ágil, y no tenía esta prominente barriga. Pues yo no veo televisión, señora, ¿cúal es mi problema?